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14- Mayo - 2011

Vivir al máximo sin salir de casa

Lucirse con un chef a domicilio es una de las opciones más fáciles | Teatro, spinning, café de bar... Ya todo es posible en el hogar

Vida | 14/05/2011 - 03:31h

MARGARITA PUIG

Tenemos tendencia a recluirnos, a hacer de nuestro hogar nuestra fortaleza. Todo puede suceder en casa. Si uno lo desea no tiene por qué cruzar el umbral para trabajar, instruirse o divertirse

Portada del suplemento Estilos de vida del sábado 14 de mayo de 2011

El individuo –dicen algunos– tiende a socializarse cada vez menos. Una buena estrategia para poder esquivar el exceso de información e imputs que caracterizan nuestro día a día es refugiarse en el hogar para convertirlo en una especie de fortaleza donde puede suceder de todo, pero siempre porque uno lo desea, lo escoge y lo organiza. De forma controlada. El término con el que se habla de esta actitud que acapara todos los ámbitos (cenas, catas y cócteles en casa, compras en o desde casa, conciertos en casa, rutas clandestinas hechas a medida para sentirse como en casa aun cuando uno sale de ella, e incluso hoteles que durante la estancia se convierten en un auténtico hogar personal e irrepetible) es cocooning. Fue acuñado en la década de los 90 por una buscadora de tendencias y consultora de marketing que usó la palabra inglesa cocoon (capullo) en su tiempo verbal, referida a esconderse. Han pasado varios años desde que Faith Poccorn propuso ese término para definir una tendencia que entonces apenas apuntaba, un tiempo que sólo ha servido para darle la razón.

La expansión de internet, los avances de la tecnología y el comercio electrónico han permitido en efecto convertir el hogar en una auténtica fortaleza que, si uno lo desea, no hace falta abandonar ni para ir de compras, ni para trabajar. Ni tan siquiera para divertirse. Ser anfitrión en tu propia casa de un concierto o de una obra de teatro es una opción cada vez más solicitada. Se comparte una experiencia distinta y probablemente única en la que se disfruta del espectáculo por encima de todo, sin barreras, sin distancias con el artista, sin trucos. Sin ni siquiera escenario. El responsable del hogar es quien escoge a los artistas y también a los asistentes al espectáculo, que tanto pueden ser amigos como completos desconocidos que se han autoconvocado por la red. Pilar Sanz es una de las promotoras de la idea de llevar música en directo a casa en Madrid y en Barcelona. Como coordinadora de Live in the Living España explica que se trata de “una actividad cultural un poco al margen de los circuitos habituales de música en directo que propone conciertos abiertos a cualquiera en espacios nada convencionales”. El público de actividades como la de Live in the Living reserva su plaza en internet. Llegado el día del concierto se presenta en la dirección y a la hora indicada y allí es recibido por los responsables de Live in the Living, que les presentan a los anfitriones de la casa y les muestran las zonas comunes que pueden utilizarse durante el espectáculo. Los convocados no suelen conocerse pero acaban haciéndolo. En líneas generales es un público muy cool al que le gusta la música y disfruta de las interpretaciones en directo pero también de todo lo que suponga “vivir en un entorno cultural que se mueve y que tiene expectativas”.

Con el teatro ha sucedido prácticamente lo mismo. Compañías como Teatro de Cerca (www.teatrodecerca.com), ofrecen precisamente eso, teatro en casa. Su público, explican, “suele ser gente con ganas de originalidad, gente que quiere espiar una conversación privada sin ser vista, gente con inquietud”. La coordinadora de Teatro de Cerca y actriz Laura Barba recuerda que aunque ellos sorprendieron con su iniciativa cuando comenzaron a representar en domicilios particulares a comienzos del año 2003 con La Carcoma, lo suyo no es un invento nuevo, ni siquiera reciente. El teatro privado viene de antiguo ya que “representar en casas particulares ya era algo habitual en los castillos de la gente pudiente durante el siglo XVIII, hubo varios teatros de cámara entre los intelectuales de la República, teatros privados en pisos durante los años de censura y entre las vanguardias de entreguerras”. Pero llegados a nuestro siglo, las cosas cambian. Porque la intención de quienes ofrecen teatro a domicilio no es la de llegar sólo a un público pudiente o intelectual. En realidad, se busca “gente con inquietudes más allá de la tele o internet que quieren compartirlas con sus amigos en una noche de teatro privado, cena con los actores y tertulia agradable”, cuenta Laura Barba.Sin embargo la zona de mayor lucimiento en esto del cocooning suele comenzar con la cocina. “Alrededor del fuego es donde realmente nos socializamos, donde hemos crecido como seres humanos”, recuerda el antropólogo Eudald Carbonell. El psicólogo analista Juan Carlos Albadalejo, tiene clarísimo que la cocina debe ser el centro neurálgico no sólo de la casa, sino de la familia y de la vida social que transcurre en el hogar. Y también de todos los juegos de seducción. Según este especialista, socio de Phoenix Espai Interactiu, “es el espacio donde transcurre lo mejor y lo peor y el espacio donde mejor crecemos como personas”. En este sentido es lógico que esta actitud del cocooning tenga una enorme ligazón con este  espacio. Vale todo, pero sobre todo se premia el esfuerzo personal. Es decir, arreglarse a base de cáterings es lícito en el mundo del cocooning, pero resulta más divertido cocinar uno mismo o, ¿por qué no? traerse un chef a casa para que cocine ante la concurrencia. Y todavía hay una fórmula más: la de las empresas que te facilitan (por email) el menú del día para que el cliente lo pueda escoger y le traen la compra a casa y ¡la receta! para que no tenga problemas a la hora de ponerse manos a la obra. Rebecka Wallesten, responsable de easydinner.es, explica que “antes, cocinar no era una tarea ni divertida ni prestigiosa pero ahora saber manejarse en la cocina no sólo está bien visto, además está de moda”. Otra opción divertida hacer como que cocinas pero con trampa. En eso ayudan en John Boy, una pescadería con una mini barra de degustación en la que te venden (o te traen a casa) “no sólo el pescado sino el sofrito con el que luego puedes lucirte delante de tus invitados”, advierten sus propietarios. Y, finalmente, lo que cada vez está más solicitado es llevarse los cócteles (y también al coctelero con todas sus botellas y su equipo) a casa. Una experiencia única que permite catar los cócteles ya inventados y aquellos que van surgiendo por sugerencia de los usuarios. 

Recetas y compra a domicilio

En Suecia es muy habitual, pero aquí por el momento la única empresa que combina la realización de un menú, la entrega de la compra y la receta a domicilio es easydinner.es. Se puede utilizar para ocasiones pero también para toda la semana con la idea de garantizar un menú semanal muy variado. Para ello el cliente entra en la página web, rellena sus datos y el día que quiere la entrega y recibe dos bolsas llenas de alimentos de alta calidad. Durante la semana ya tiene los ingredientes y las recetas en casa para preparar cenas resultonas con recetas muy fáciles de seguir para cualquier persona, con o sin experiencia, y que tardan 20-40 minutos en su preparación

http://www.lavanguardia.com/vida/20110514/54153293543/vivir-al-maximo-sin-salir-de-casa.html